domingo, 5 de abril de 2015

Esquina del Padre Sierra y su vinculación con el Generalísimo Francisco de Miranda


La esquina del Padre Sierra, una de las pocas aristas que mantiene su nombre desde la época de la colonia. Ya que allí tenía su casa el bachiller Joseph de Sierra en 1766, quien era el capellán de las Monjas Concepción.

Refieren las crónicas que el mencionado capellán ejerció labores humanitarias;  de allí la permanencia en el tiempo en las mentes de los feligreses  que le daría nombre a esta esquina hasta nuestros días.

Pero es muy lamentable saber;  que precisamente en  esta esquina;  viviría su infancia y juventud  antes de partir  para España;  allá por los años 1771;  el Generalísimo: Sebastián  Francisco de  Miranda Rodríguez, hijo de esta sultana del Ávila… precursor de la independencia americana.

La tradición nos  remonta  al año 1759, justo en esa casa vivía don Fernando Mejías. Hasta que en 1762 la adquirió don Sebastián de Miranda, fijando su residencia en ese lugar y acondiciono  espacios  para establecer allí su tienda de amasijo y mercería.

De allí partió Francisco a los 21 años; hacia otros horizontes, luego de pasar por la desagradable experiencia de que el orgullo y los intereses políticos de los mantuanos vetaran a su padre cuando quiso ser capitán de las Milicias de Blancos de Caracas, porque ser comerciante,  e  isleño (nativo de Las Islas Canarias). Era motivo  de conflictos sociales  que promovieron  la causa  Independentista  venezolana, en el cual Francisco de Miranda tuvo mucho que ver, y dentro de las contradicciones de la realidad, los hijos que  rechazaron a don Sebastián de Miranda fueron los encargados de aclamar  al hombre de pensamiento universal.

Su casa de habitación en  Inglaterra   fue visitada en 1810 por  el joven Simón Bolívar, Andrés Bello y Luis López Méndez.  Aquella conjunción increíble  marcó la hora cumbre del nacimiento de Venezuela.

Pero volviendo a su  residencia en Caracas,  a finales del siglo XVIII; la casa fue vendida por su padre;  probablemente de allí el por qué  no! se perpetuo en el tiempo, esta casona.


Cortesia: CARACAS EN RETROSPECTIVA 


Fue utilizada como  posada y como almacén de comercio al por mayor de café y cacao.  Hasta que lamentablemente fue demolida borrando  geográficamente  e históricamente el vínculo de la casa que  acogería  a la familia del  generalísimo Francisco de Miranda.

Para levantar un edificio que se llamaría Padre Sierra.

En esta esquina del Padre Sierra; funciono en la época del presidente Guzmán Blanco la imprenta  de “El Venezolano”. 

Y el convento de las Monjas Concepción demolido para levantar el palacio Federal por los años de 1872; actualmente Asamblea Nacional.

La calle que atraviesa el Capitolio se llamó anteriormente calle del Comercio, pero el pueblo había bautizado la esquina con el nombre de padre Sierra en honor al capellán que vivió en ese sitio en los lejanos tiempos de la colonia.  A pesar de que allí   también vivió su adolescencia  y juventud  el  Generalísimo Francisco de Miranda. ¡Cosas de la vida!...No obstante su apellido figura en el arco del triunfo de la heroica ciudad de Paris – Francia. Y en  Londres se mantiene su lugar de habitación como sitio ineludible para el venezolano que visite esos lares.




Aquí  en su ciudad natal no existe, en esta esquina;  un monumento que recuerde la memoria de nuestro héroe confinando al olvido al caraqueño universal. 

Prevaleciendo  la devoción ferviente típica de la época colonial.