sábado, 23 de abril de 2011

Muerte de María Teresa única esposa de Bolívar

Pintura sobre lienzo de Tito Salas. Casa Natal del Libertador Simón Bolívar. Caracas - Venezuela.

Breve Biografía de Tito Salas:
Nació en Caracas un  8 de mayo de 1887 en Antimano, y murió en la misma ciudad el 18 de marzo de 1974. Pocos le conocieron por su nombre,  Antonio Salas Díaz  pero al decir “Tito Salas”,  todos hacemos reverencia al  pintor venezolano que concibió obras magistrales  de nuestra épica historia venezolana.

La formación artística de Salas se desarrolló en la Academia de Bellas Artes de Caracas. En 1905 viaja a París para estudiar en la Academia Julián, bajo la dirección del maestro Jean Paúl Laurens. En 1906, en un viaje a Italia aprecio el género histórico de algunos artistas italianos ese mismo año fue premiado por su obra La San Genaro. Al año siguiente, le otorgaron la medalla de Segunda Clase en el Salón de Artistas Franceses en París. Ganó Medalla de Oro en la Exposición de Bruselas, en 1909.

Al regresar a Venezuela le confiaron como artista  la decoración de la Casa Natal de Simón Bolívar, en Caracas, la cual restauraba Vicente Lecuna. En dicho recinto ambientó la vida del Libertador en diferentes murales, por mencionar: El bautizo, su matrimonio y la muerte de su esposa María Teresa, la Batalla de Araure, Toma de las Flecheras, Emigración de 1814, entre otros.

Posteriormente, Salas emprendió la decoración del Panteón, el Congreso,  hoy en día Asamblea Nacional y el Museo Urdaneta de Maracaibo. En 1970, poco antes de su muerte, Salas pintó para la residencia presidencial “La Casona”,  una obra titulada Los Causahabientes, que representa en un conjunto a los Presidentes de Venezuela que gobernaron durante el siglo XIX.

Imágenes de Antaño "Esquina de Gradillas"


Esquina de Gradillas a  Sociedad por los años 1900

ESQUINA DE GRADILLAS

Llamada así por una construcción de pequeños escalones o graditas requeridos durante los primeros trabajos de pavimentación de las calles de Caracas que contemplaba, dada su pendiente, una nivelación entre el piso de la plaza Mayor, hoy Plaza Bolívar, y demás calles circundantes.

Allí, al igual que en las esquinas, de Coliseo y de Sociedad, llegaban carretas y arreos con cargamentos de mercancías para ser ofrecidos a los capitalinos en el mercado de la plaza Mayor.

Según estudios, en el terreno, donde se encuentra el Palacio Arzobispal; estaría la casa del primer Bolívar llegado a Venezuela.  Don Simón “El Viejo”, que vino de Santo Domingo, en 1589.

Para 1641, esta casa era propiedad de Bartolomé de Escoto; Deán del Cabildo Eclesiástico. El llamado terremoto de San Bernabé la dañó gravemente, y en 1661 fue reconstruida para residencia obispal. La morada fue vendida a Luis de Bolívar, encomendado de San Mateo, nieto de Don Simón, “El Mozo”, y bisabuelo del Libertador. En 1684, Don Luis la vendió de nuevo a la iglesia, desde entonces es Palacio Episcopal de Caracas.

En esta esquina diagonal a la Plaza Mayor existió una casona que lindaba “por el naciente  con casas de Martin Xeres de Aristeguieta, por el poniente, calle real de por medio con el Palacio Episcopal. Por el norte calle real de por medio con la Catedral…” vivió,  el presbítero doctor Juan Jerez Aristeguieta,  quien a su muerte hizo donación del inmueble a un niño de nombre Simón Bolívar que, luego,  la historia lo reconocería como el Libertador y padre de cinco naciones. Allí vivirá, hasta la muerte de su  madre, acaecida en 1792. Entonces, se mudará con su abuelo Don Feliciano, entre las esquinas de Sociedad y Traposos.

También es celebre la esquina de Gradillas porque en salones adyacentes a la casa de los Bolívar estuvo situada la imprenta de Don Simón Bolívar, “El viejo”, y en la cual se elaboró y publicó el acta de la independencia del 5 de julio de 1811, así como los documentos referentes al primer congreso constituyente de la República.

En 1802, Bolívar se ubica con su esposa en la casa de las Gradillas, pero a los pocos meses, fallece María Teresa. Estando en su primer exilio en Curazao, Bolívar se entera de la confiscación de sus bienes, por parte de las autoridades realistas, entre ellos la casa de las Gradillas;

Durante la guerra de independencia, la casa es recuperada y vuelta a confiscar, hasta que en 1821 llega de nuevo el Libertador a Caracas. Luego se traslada a la nueva Granada, regresando en 1827, y se hospeda en su casa de las Gradillas. Es su última estancia en dicha casa, pues el 4 de julio sale para Bogotá; y regresará en 1842, cuando sus restos mortales son trasladados desde Santa Marta, en cumplimiento de su última voluntad testamentaria: “Quiero que mis restos reposen en Caracas, mi país natal”;  y velados en la esquina  que atesora el templo de San Francisco.

Hubo una época que dicha esquina se convirtió en el “rendez-vous” de la intelectualidad. Allí, se daban citas, sobre todo al mediodía y al caer la tarde, para discutir  acerca de diversa temática y ofrecer sus obras.

Carmen Clemente Travieso en su obra “Las Esquinas de Caracas” asegura que “Gradillas” es el corazón de la ciudad. En mi humilde opinión la popular esquina de Gradillas, contentiva de tanta tradición caraqueña, es quizás la esquina más vinculada a la vida del Libertador Simón Bolívar.

jueves, 14 de abril de 2011

Fotografía Esquina de La Principal nótese la Plaza Mayor demolida donde funcionaba el mercado. 1866

Esquina de La Principal

Debe su nombre  al  Cuerpo Principal de la Guardia,  que tuviera allí su asiento en el ángulo noroeste situado frente a la Plaza Mayor  de Caracas, que había presenciado el nacimiento de la Primera Patria.

Ya que en tiempos de  la colonia hubo un fortín cuya misión era defender la ciudad de los ataques de las incursiones  piratas; muy frecuentes en aquellos tiempos.  De igual manera los reos permanecían en la cárcel Principal.

El escritor Santiago Key – Ayala, da la versión de un cuartel que se ubica “dentro del recinto de la propia Plaza,  especie de fortín de dos pisos, uno para oficiales, el otro para soldados. De allí partían las órdenes de las autoridades militares a la guarnición de la ciudad”.

Para otros estudiosos sencillamente fue el puesto principal de la Guardia,  asistido por tropa y oficiales de la Milicia, organizada en castas sociales- típicas de la colonia- en blancos, pardos y morenos. En Caracas, como en todos los dominios de España y de las Indias, se daba cumplimiento a la real Orden en la Plaza Mayor o de Armas, a un costado de la iglesia Metropolitana, no muy lejos de la Guardia del Principal de formar los Batallones y compañías los días de procesión: Corpus, ramos y el día del Santo Patrono Santiago, “de rendir banderas y darle la bendición a las armas”.

El Principal era pasaje obligado para  la muchedumbre que acudía a la plaza. El tráfico y el bullicio de vendedores y marchantes se aliñaban con los toques de cajas, tambores y clarines de la Milicia. 

De igual manera  fue conocida la esquina como de las casas Capitulares, construida la prisión, Esquina de la  cárcel Real,   en tiempos del Presidente Páez, esquina del Cuartel de Milicias  - quizás a esto era lo que llamaban PRINCIPAL-;   comprada por el Ejecutivo, se llamó Palacio de Gobierno,  y por estar pintada con el color del “liberalismo” triunfante de Guzmán Blanco, la gente la comenzó a llamar Casa Amarilla. . Quien la utilizo  como tal fue su sucesor en 1877, el general Francisco Linares Alcántara. Pero sería Cipriano Castro que la transformaría  en el sitio oficial más versallesco que ha conocido la Caracas de fin de siglo.

Esa casona  construida hacia 1610 y luego de varias modificaciones;  ha perdurado en el tiempo y en la memoria de los caraqueños.  En sus amplios salones  han funcionado los despachos  de  Interiores,  Justicia, Policía, Hacienda, Guerra y Marina.  Actualmente  la Casa Amarilla  es el asiento del  Ministerio del Poder Popular para las Relaciones  Exteriores. Declarada Monumento Histórico Nacional en el año de 1979.

De sus puertas salió  a la horca y al suplicio el primer revolucionario José María España  la mañana del 8 de mayo de 1799 en el lugar ocupado hoy por la estatua ecuestre del Libertador. Once años después de este acontecimiento que conmovió la conciencia  americana; Muchos historiadores  coinciden al aseverar que en el edificio del Cabildo, junto a la prisión, fue donde se desenvolvieron los sucesos del 19 de abril de 1810. 

Y sobre todo al canónigo Cortes de  Madariaga  presentando al Capitán General  Emparan en el balcón del centro ante la muchedumbre apiñada en la calle. Madariaga les hizo una señal negativa para repudiar su mando. Y al grito de “NO LO QUEREMOS”, el pueblo lo repudió dando inicio a la vorágine que culminó con la independencia de Venezuela.

Luego esta esquina retomaría de nuevo el nombre  de la Principal   por prevalecer definitivamente  la cultura popular  caraqueña al fundarse en su esquina el Teatro Principal,  como remembranza al lugar que fuera ocupado  por  la  Guardia  Principal.