Según algunos investigadores y cronistas de la ciudad de Santiago de León
de Caracas, nuestro tradicional pan
de jamón, nació en esta ciudad capital allá por los de 1905, se le atribuye
la receta al panadero Don Lucas Ramella, quién incorporó a la masa de trigo,
jamón con melado, y lo hacia para la época decembrina, los caraqueños se
acercaban a su modesta panadería, ubicada en la esquina de Gradillas para
degustar de tan exquisito panecillo.
No faltaron los curiosos panaderos que mandaban a su personal o a un
familiar a comprar el pan que tanto revuelo causaba a los lugareños, y de esa
manera se originó una competencia entre los comerciantes panaderos de la ciudad
de los techos rojos incorporándolo a su
vitrinas con algún otro aderezo, como pasas, aceitunas, almendras, nueces y
alcaparras.
En sus investigaciones, Don Guillermo José Schael nos dejó un legado, las
famosas panaderías caraqueñas que gozaba de un gran prestigio son estas: …"la
panadería de la Esquina de Las Gradillas, de Lucas Ramella; la de Solís, de
Adolfo Banchs; la de Altagracia; la Montauban". El pan llegaba calientico
a los hogares caraqueños en las horas tempranas de la mañana y en horas de la
tarde, los repartidores usaban mulas con dos tambores colgando a ambos lados,
llenos de pan piquito y francés hoy en día llamados canillas.
Ahora bien, son más de 100 años de tradición, donde miles de panaderos en
toda Venezuela realizan nuestro acostumbrado pan de jamón, con
pasas y aceitunas, uniendo a miles de familias en torno a la mesa en la nochebuena y también se obsequia durante toda la
época decembrina a los amigos; tradición única para degustar una exquisitez que surgió en Caracas, creando sentido de identidad nacional.