La mayoria de sus nombres provienen de árboles, historias fantásticas, próceres, mitos, santos, leyendas y crónicas. Definitivamente es un compendio de ingenio cultural venezolano, motivo de divulgación. Mención de Honor del Premio Aníbal Nazoa 2013 y Premio "Caracas a través de la mirada del Periodismo" 2013. Mención: Audiovisuales - Mejor reportaje para Caracas.
sábado, 23 de abril de 2011
ESQUINA DE GRADILLAS
Llamada así por una construcción de pequeños escalones o graditas requeridos durante los primeros trabajos de pavimentación de las calles de Caracas que contemplaba, dada su pendiente, una nivelación entre el piso de la plaza Mayor, hoy Plaza Bolívar, y demás calles circundantes.
Allí, al igual que en las esquinas, de Coliseo y de Sociedad, llegaban carretas y arreos con cargamentos de mercancías para ser ofrecidos a los capitalinos en el mercado de la plaza Mayor.
Según estudios, en el terreno, donde se encuentra el Palacio Arzobispal; estaría la casa del primer Bolívar llegado a Venezuela. Don Simón “El Viejo”, que vino de Santo Domingo, en 1589.
Para 1641, esta casa era propiedad de Bartolomé de Escoto; Deán del Cabildo Eclesiástico. El llamado terremoto de San Bernabé la dañó gravemente, y en 1661 fue reconstruida para residencia obispal. La morada fue vendida a Luis de Bolívar, encomendado de San Mateo, nieto de Don Simón, “El Mozo”, y bisabuelo del Libertador. En 1684, Don Luis la vendió de nuevo a la iglesia, desde entonces es Palacio Episcopal de Caracas.
En esta esquina diagonal a la Plaza Mayor existió una casona que lindaba “por el naciente con casas de Martin Xeres de Aristeguieta, por el poniente, calle real de por medio con el Palacio Episcopal. Por el norte calle real de por medio con la Catedral…” vivió, el presbítero doctor Juan Jerez Aristeguieta, quien a su muerte hizo donación del inmueble a un niño de nombre Simón Bolívar que, luego, la historia lo reconocería como el Libertador y padre de cinco naciones. Allí vivirá, hasta la muerte de su madre, acaecida en 1792. Entonces, se mudará con su abuelo Don Feliciano, entre las esquinas de Sociedad y Traposos.
También es celebre la esquina de Gradillas porque en salones adyacentes a la casa de los Bolívar estuvo situada la imprenta de Don Simón Bolívar, “El viejo”, y en la cual se elaboró y publicó el acta de la independencia del 5 de julio de 1811, así como los documentos referentes al primer congreso constituyente de la República.
En 1802, Bolívar se ubica con su esposa en la casa de las Gradillas, pero a los pocos meses, fallece María Teresa. Estando en su primer exilio en Curazao, Bolívar se entera de la confiscación de sus bienes, por parte de las autoridades realistas, entre ellos la casa de las Gradillas;
Durante la guerra de independencia, la casa es recuperada y vuelta a confiscar, hasta que en 1821 llega de nuevo el Libertador a Caracas. Luego se traslada a la nueva Granada, regresando en 1827, y se hospeda en su casa de las Gradillas. Es su última estancia en dicha casa, pues el 4 de julio sale para Bogotá; y regresará en 1842, cuando sus restos mortales son trasladados desde Santa Marta, en cumplimiento de su última voluntad testamentaria: “Quiero que mis restos reposen en Caracas, mi país natal”; y velados en la esquina que atesora el templo de San Francisco.
Hubo una época que dicha esquina se convirtió en el “rendez-vous” de la intelectualidad. Allí, se daban citas, sobre todo al mediodía y al caer la tarde, para discutir acerca de diversa temática y ofrecer sus obras.
Carmen Clemente Travieso en su obra “Las Esquinas de Caracas” asegura que “Gradillas” es el corazón de la ciudad. En mi humilde opinión la popular esquina de Gradillas, contentiva de tanta tradición caraqueña, es quizás la esquina más vinculada a la vida del Libertador Simón Bolívar.
jueves, 14 de abril de 2011
Esquina de La Principal
Debe su nombre al Cuerpo Principal de la Guardia, que tuviera allí su asiento en el ángulo noroeste situado frente a la Plaza Mayor de Caracas, que había presenciado el nacimiento de la Primera Patria.
Ya que en tiempos de la colonia hubo un fortín cuya misión era defender la ciudad de los ataques de las incursiones piratas; muy frecuentes en aquellos tiempos. De igual manera los reos permanecían en la cárcel Principal.
El escritor Santiago Key – Ayala, da la versión de un cuartel que se ubica “dentro del recinto de la propia Plaza, especie de fortín de dos pisos, uno para oficiales, el otro para soldados. De allí partían las órdenes de las autoridades militares a la guarnición de la ciudad”.
Para otros estudiosos sencillamente fue el puesto principal de la Guardia, asistido por tropa y oficiales de la Milicia, organizada en castas sociales- típicas de la colonia- en blancos, pardos y morenos. En Caracas, como en todos los dominios de España y de las Indias, se daba cumplimiento a la real Orden en la Plaza Mayor o de Armas, a un costado de la iglesia Metropolitana, no muy lejos de la Guardia del Principal de formar los Batallones y compañías los días de procesión: Corpus, ramos y el día del Santo Patrono Santiago, “de rendir banderas y darle la bendición a las armas”.
El Principal era pasaje obligado para la muchedumbre que acudía a la plaza. El tráfico y el bullicio de vendedores y marchantes se aliñaban con los toques de cajas, tambores y clarines de la Milicia.
De igual manera fue conocida la esquina como de las casas Capitulares, construida la prisión, Esquina de la cárcel Real, en tiempos del Presidente Páez, esquina del Cuartel de Milicias - quizás a esto era lo que llamaban PRINCIPAL-; comprada por el Ejecutivo, se llamó Palacio de Gobierno, y por estar pintada con el color del “liberalismo” triunfante de Guzmán Blanco, la gente la comenzó a llamar Casa Amarilla. . Quien la utilizo como tal fue su sucesor en 1877, el general Francisco Linares Alcántara. Pero sería Cipriano Castro que la transformaría en el sitio oficial más versallesco que ha conocido la Caracas de fin de siglo.
Esa casona construida hacia 1610 y luego de varias modificaciones; ha perdurado en el tiempo y en la memoria de los caraqueños. En sus amplios salones han funcionado los despachos de Interiores, Justicia, Policía, Hacienda, Guerra y Marina. Actualmente la Casa Amarilla es el asiento del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Exteriores. Declarada Monumento Histórico Nacional en el año de 1979.
De sus puertas salió a la horca y al suplicio el primer revolucionario José María España la mañana del 8 de mayo de 1799 en el lugar ocupado hoy por la estatua ecuestre del Libertador. Once años después de este acontecimiento que conmovió la conciencia americana; Muchos historiadores coinciden al aseverar que en el edificio del Cabildo, junto a la prisión, fue donde se desenvolvieron los sucesos del 19 de abril de 1810.
Y sobre todo al canónigo Cortes de Madariaga presentando al Capitán General Emparan en el balcón del centro ante la muchedumbre apiñada en la calle. Madariaga les hizo una señal negativa para repudiar su mando. Y al grito de “NO LO QUEREMOS”, el pueblo lo repudió dando inicio a la vorágine que culminó con la independencia de Venezuela.
Luego esta esquina retomaría de nuevo el nombre de la Principal por prevalecer definitivamente la cultura popular caraqueña al fundarse en su esquina el Teatro Principal, como remembranza al lugar que fuera ocupado por la Guardia Principal.
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